¿QUE ES EL CANCER?
El cáncer es una célula que ha perdido sus mecanismos de control normales y que adquiere por ello un crecimiento descontrolado.
EL CANCER
El cáncer, también conocido como tumor maligno, puede definirse como un grupo de enfermedades que tienen como característica principal el crecimiento desordenado de las células de nuestro cuerpo y la consiguiente pérdida parcial de la función del órgano afectado.
Además de esto, algunos tipos de células que sufren carcinogénesis tienen la propiedad de diseminarse a través del torrente sanguíneo y de los vasos linfáticos, produciendo las llamadas metástasis, que en verdad son una especie de “hijos” del tumor primario, en otro órgano o tejido.
Las metástasis también pueden invadir órganos y tejidos circunvecinos por continuidad, causando graves daños a estos órganos y tejidos.
Algunos tumores, como el de la tiroides, por ejemplo, puede ser lo que se llama un tumor funcional. Es decir, es un crecimiento anómalo de células de la glándula que produce las hormonas tiroideas.
Con el exceso de crecimiento de las células, hay también un exceso de producción de estas hormonas. La mayoría de los cánceres invaden o se vuelven metastáticos, pero cada tipo específico tiene características clínicas y biológicas, que se deben estudiar para un adecuado diagnóstico, tratamiento y seguimiento. En suma, cada caso es diferente.
EL CANCER
El cáncer, también conocido como tumor maligno, puede definirse como un grupo de enfermedades que tienen como característica principal el crecimiento desordenado de las células de nuestro cuerpo y la consiguiente pérdida parcial de la función del órgano afectado.
Además de esto, algunos tipos de células que sufren carcinogénesis tienen la propiedad de diseminarse a través del torrente sanguíneo y de los vasos linfáticos, produciendo las llamadas metástasis, que en verdad son una especie de “hijos” del tumor primario, en otro órgano o tejido.
Las metástasis también pueden invadir órganos y tejidos circunvecinos por continuidad, causando graves daños a estos órganos y tejidos.
Algunos tumores, como el de la tiroides, por ejemplo, puede ser lo que se llama un tumor funcional. Es decir, es un crecimiento anómalo de células de la glándula que produce las hormonas tiroideas.
Con el exceso de crecimiento de las células, hay también un exceso de producción de estas hormonas. La mayoría de los cánceres invaden o se vuelven metastáticos, pero cada tipo específico tiene características clínicas y biológicas, que se deben estudiar para un adecuado diagnóstico, tratamiento y seguimiento. En suma, cada caso es diferente.
TIPOS DE CANCER
Debido a las diferentes células existentes y componentes del cuerpo humano, el cáncer se puede presentar en diferentes tipos. Podemos entonces, dividirlos en tumores sólidos y neoplasias hematológicas. Los tumores sólidos son:
• Carcinoma - el cáncer se origina en los tejidos epiteliales de revestimiento o en la formación de las glándulas. (Ejemplos de revestimiento: piel, mucosa de las vías aéreas, mucosa del tubo digestivo y ejemplos de glándulas: tiroides, mama y próstata).
• Sarcoma - son tumores que tienen origen en las células de los huesos, músculos, grasa, tendones o vasos sanguíneos.
• Melanoma - tumores formados por células que producen el pigmento de la piel.
• Tumores de células germinativas - tumores formados por células de los órganos reproductores (testículos y ovarios).
• Tumores del sistema nervioso - tumores formados a partir de las células del sistema nervioso.
Leucemias y linfomas:
Son enfermedades malignas en las que las células de la sangre adoptan un comportamiento anormal de crecimiento e indiferenciación que llevan a la pérdida de parte de las funciones desempeñadas por la sangre. Es común que estas enfermedades se presenten con un aumento de tamaño de los ganglios, bazo o hígado y por cuadros de infecciones repetidas o sangrados. Por la propia naturaleza de las células que están presentes en la sangre, desde su inicio se manifiestan en varias partes del cuerpo. Los órganos más frecuentemente involucrados en este proceso son: sangre, médula ósea, ganglios linfáticos, bazo e hígado.
• Carcinoma - el cáncer se origina en los tejidos epiteliales de revestimiento o en la formación de las glándulas. (Ejemplos de revestimiento: piel, mucosa de las vías aéreas, mucosa del tubo digestivo y ejemplos de glándulas: tiroides, mama y próstata).
• Sarcoma - son tumores que tienen origen en las células de los huesos, músculos, grasa, tendones o vasos sanguíneos.
• Melanoma - tumores formados por células que producen el pigmento de la piel.
• Tumores de células germinativas - tumores formados por células de los órganos reproductores (testículos y ovarios).
• Tumores del sistema nervioso - tumores formados a partir de las células del sistema nervioso.
Leucemias y linfomas:
Son enfermedades malignas en las que las células de la sangre adoptan un comportamiento anormal de crecimiento e indiferenciación que llevan a la pérdida de parte de las funciones desempeñadas por la sangre. Es común que estas enfermedades se presenten con un aumento de tamaño de los ganglios, bazo o hígado y por cuadros de infecciones repetidas o sangrados. Por la propia naturaleza de las células que están presentes en la sangre, desde su inicio se manifiestan en varias partes del cuerpo. Los órganos más frecuentemente involucrados en este proceso son: sangre, médula ósea, ganglios linfáticos, bazo e hígado.
CANCER DE MAMA
Las muertes por cáncer de mama en México se han incrementado en los últimos 30 años, al pasar del decimoquinto lugar en el año 2000 al segundo en 2006 como principal causa de fallecimientos en mujeres.
Asimismo, las jóvenes entre los 15 a 29 años ocupan el primer lugar en decesos por esta enfermedad, lo que representa un grave problema de salud pública.
La tasa de mortalidad del cáncer mamario, de acuerdo con estudios de Inmujeres del DF, se incrementó en el periodo 2000-2006: de 14.6 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25 años a 18.1 fallecimientos.
Los factores de riesgo para que una mujer desarrolle cáncer de mama destacan: tener más de 35 años, edad temprana a la menarca (empezar a menstruar antes de los 12 años), no tener hijos, iniciar la maternidad después de los 30 años, entrar a la menopausia después de los 52 años y padecer obesidad.
Asimismo, las jóvenes entre los 15 a 29 años ocupan el primer lugar en decesos por esta enfermedad, lo que representa un grave problema de salud pública.
La tasa de mortalidad del cáncer mamario, de acuerdo con estudios de Inmujeres del DF, se incrementó en el periodo 2000-2006: de 14.6 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25 años a 18.1 fallecimientos.
Los factores de riesgo para que una mujer desarrolle cáncer de mama destacan: tener más de 35 años, edad temprana a la menarca (empezar a menstruar antes de los 12 años), no tener hijos, iniciar la maternidad después de los 30 años, entrar a la menopausia después de los 52 años y padecer obesidad.